Hoy ni este rincón de cuento se escapa a la rabia que producen los acontecimientos de estos últimos días, así que vamos a aprender a canalizarla, porque ganitas dan de soltar el monstruo rojo y tampoco es plan:
Un par de amigos pasan ojipláticos por la etapa rabieta de sus querubines, esa que va de los 2 a los 4, yo siempre les recomiendo este cuento, es increíble lo bien que lo entienden los pequeños rabietudos.
Vaya rabieta, What a trantrum lo edita Corimbó en bilingüe.
Roberto llega enfadado a casa: ha perdido un partido de tenis, su raqueta se ha roto y encima hay espinacas para cenar, se enfada tanto que su padre no tiene más remedio que castigarle en su cuarto. Está tan enfadado que un gran monstruo rojo le sale por la boca y se dedica a romper sus juguetes y desordenar su habitación. Antes de que lo destroce todo, Roberto tiene que calmarse y así acabar con el monstruo.
Me gusta mucho como lo ha dibujado Mireille d' Allancé, expresa muy bien el poder destructivo de la rabieta y los niños lo entienden con un solo vistazo.
Y no me hagáis de rabiar ¡que me sale la rabieta!
Un par de amigos pasan ojipláticos por la etapa rabieta de sus querubines, esa que va de los 2 a los 4, yo siempre les recomiendo este cuento, es increíble lo bien que lo entienden los pequeños rabietudos.
Vaya rabieta, What a trantrum lo edita Corimbó en bilingüe.
Roberto llega enfadado a casa: ha perdido un partido de tenis, su raqueta se ha roto y encima hay espinacas para cenar, se enfada tanto que su padre no tiene más remedio que castigarle en su cuarto. Está tan enfadado que un gran monstruo rojo le sale por la boca y se dedica a romper sus juguetes y desordenar su habitación. Antes de que lo destroce todo, Roberto tiene que calmarse y así acabar con el monstruo.
Y no me hagáis de rabiar ¡que me sale la rabieta!
Comentarios
Publicar un comentario