Hace unos días leí en Un periodista en el bolsillo y post sobre dos cuentos que tratan del cáncer.
Mamá se va a la guerra editado por Cuento de Luz es una historia cargada de optimismo y fuerza. Escrito por Irene Aparici Martín, que intenta explicar a sus hijos la enfermedad a la que se enfrenta.
Está ilustrado por Mónica Carretero, podéis leer la entrevista que le hizo Un periodista en el bolsillo aquí. Siempre es interesante conocer cómo se enfrenta un ilustrador a una historia como esta, de su sensibilidad depende, en gran medida, el resultado final de la historia.
Tiempo para más cuentos llega de la mano de Pintar pintar, escrito por Concha de la Hoz Fernández e ilustrado por Pieruz. Nos cuenta la historia de una preciosa melena rubia que desaparece.
Dos visiones que dulcifican una dura y amarga situación que a los niños no les pasa desapercibidos.
El contrapunto lo pone Birgit de El Jinete azul. Escrito por Gudrun Mebs y narrado por una niña cuya hermana mayor sufre un cáncer maligno. La pequeña no nos da tregua a los lectores, relata con dureza el proceso de una enfermedad que terminará en la muerte sin paños calientes y sin embargo su relato está cargado de ternura y de esperanza.
Un punto de vista duro y valiente, ilustrado con gran sutileza y sensibilidad por Beatriz Martín Vidal.
Mamá se va a la guerra editado por Cuento de Luz es una historia cargada de optimismo y fuerza. Escrito por Irene Aparici Martín, que intenta explicar a sus hijos la enfermedad a la que se enfrenta.
Está ilustrado por Mónica Carretero, podéis leer la entrevista que le hizo Un periodista en el bolsillo aquí. Siempre es interesante conocer cómo se enfrenta un ilustrador a una historia como esta, de su sensibilidad depende, en gran medida, el resultado final de la historia.
Tiempo para más cuentos llega de la mano de Pintar pintar, escrito por Concha de la Hoz Fernández e ilustrado por Pieruz. Nos cuenta la historia de una preciosa melena rubia que desaparece.
Dos visiones que dulcifican una dura y amarga situación que a los niños no les pasa desapercibidos.
El contrapunto lo pone Birgit de El Jinete azul. Escrito por Gudrun Mebs y narrado por una niña cuya hermana mayor sufre un cáncer maligno. La pequeña no nos da tregua a los lectores, relata con dureza el proceso de una enfermedad que terminará en la muerte sin paños calientes y sin embargo su relato está cargado de ternura y de esperanza.
Un punto de vista duro y valiente, ilustrado con gran sutileza y sensibilidad por Beatriz Martín Vidal.
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